3 estrategias para conquistar a tus clientes
En esta generación, muchos negocios están siendo golpeados por una variedad de retos. Sería más fácil darse la vuelta y hundirse. Tristemente muchas compañías están llegando al punto donde simplemente el sobrevivir se ha convertido en su modo diario de operación. Están recortando su presupuesto de marketing, despidiendo gente y desafortunadamente preocupándose más por su cuenta de resultados que por el consumidor.
Pero el cliente importa más que nada, y lo creas o no, los compradores no son tan difíciles de alcanzar como lo piensas.
Debes concentrarte en el cliente y solamente el cliente. No es una novedad, pero resuena ahora más que nunca. Un buen negocio, aunque sea anticuado, trabaja en línea y en las redes sociales, debido a que todo gira en torno a la gente. No depende de las fotos, enlaces o de asegurarse que tu publicidad se mencione 87 veces en una semana. Debes poner al cliente en el centro de todo, y servirles es la prioridad número uno en la compañía.
Como dueño de un pequeño negocio o hasta una corporación que busca un “renacimiento” para tomar lugar en la cultura, echa un vistazo de cómo has llegado a donde estás. Nunca olvides qué fue lo que inicialmente hizo sentir al cliente como lo más importante; y no olvides las largas noches en las que se te ocurrían ideas únicas para que la gente se sintiera especial. Estas estrategias duran incluso cuando todo mundo gira y grita sobre la crisis económica.
¿Las circunstancias se han vuelto ásperas? Prueba estas tres estrategias para crecer instantáneamente tu negocio al poner todo tu enfoque en el cliente:
Ten una conversación. Usa las redes sociales para estirar tu inversión de publicidad mediante la participación directa con tus clientes. No dependas de las herramientas automatizadas que hacen el trabajo por ti. ¿Quieres RSI? Entonces debes tener una relación con tus clientes, justo como los hacían los comerciantes de la antigüedad hace algunos años sobre el mostrador.
Respóndeles. Ésa es una idea ingeniosa. Deja de tuitear, publicar y enviar mensajes de tus ventas 800 veces a la semana. Preocúpate por la gente. El compromiso real no es qué tan seguido hacen clic en tu enlace o qué tantos “me gusta” le dan a tus fotos; es sobre qué tanto le importas a la gente para contestarte, engancharse y tener una relación contigo.
Llega a las papelerías. ¿Quieres incrementar la lealtad de los clientes y las veces que abren tus e-mails? Entonces escribe un agradecimiento escrito a cada persona que compre algo de ti, aunque sea un producto digital. Lo que hagas diariamente con tus clientes puede influenciar tus campañas de e-mail.
Es importante ser el único remitente del que AMEN recibir e-mails. Sé el único del que no puedan esperar tener noticias, como un viejo amigo. Los correos de tu compañía deben de ser los favoritos. Queremos escuchar a los clientes decir cosas como: “¡Tengo un folder especial para tus correos para que no me pierda de nada!” Esto significa que ganaste y tus tasas de apertura dirán el resto.
Obsesiónate con ellos. ¿Quieres quitarle los calcetines a tu competencia y aumentar tus ventas? Entonces empieza a obsesionarte con tus clientes y deja de preocuparte por lo fundamental todo el día. Tus clientes son lo más importante. Al ignorarlos tendrás una hermosa receta para el fracaso.
Este esquema de “sé menos y no compitas pues debes ser feliz en el lugar donde estés” es una forma patética para inhabilitar el espíritu empresarial de nuestro mundo. Fuiste creado para pelear.
La vida no es un campo de juegos. Es un campo de batalla. Cada emprendedor por dentro es un sueño que si se persigue y se gana, y lo creo con todo mi corazón, todo el mundo se beneficia de esto. Se trata de algo más que unos cuantos dólares; es sobre el cambio económico, crear trabajos y un mundo mejor. La riqueza seguirá al emprendedor que se resista al estatus quo y que haga todo lo que pueda para servir bien.
Sé más como un amigo. Los clientes se lo merecen.